lunes, 2 de enero de 2012

Existen en Galicia iglesias sin culto que no han dejado de funcionar.


La desamortización, la despoblación de los pequeños núcleos rurales o el abandono, podrían ser algunos de los factores capaces de explicar la inactividad del culto religioso
Ha variado su función, es cierto, su vocación y, en muchos casos, su tutela, en un discreto fenómeno deredefinición de la utilidad e incluso de la naturaleza de un espacio tradicionalmente reservado a la plegaria, la ofrenda y la devoción. Museos, salas de exposiciones, cines, escenarios de conciertos, pasarelas de moda e incluso tabernas, han encontrado su lugar en el interior de estos sagrados templos. Templos concebidos originariamente para la liturgia religiosa, la espiritualidad y la confesión, puntos de encuentro y de reunión para feligreses erigidos por y para el culto que, hoy en día, parecen admitir alguna excepción...
>> lee más  (Denís Fernández | Santiago de Compostela)

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